- por neuronea
- en Psicología
«Estar enamorado es una de las mejores cosas que te puede pasar”, es una frase que seguro hemos oído en una película, a nuestro alrededor o incluso nosotros mismos hemos pronunciado, de ahí que, cuando una relación se acaba (los matrimonios duran 16,3 años de media, según el INE) lo pasemos tan mal que no sepamos como superar una ruptura amorosa.
No solo se trunca una relación, sino la vida como la habíamos imaginado. Un estudio de la psicóloga Galena Rhoades, de la Universidad de Denver (EE UU), relacionó la disolución de una pareja con un aumento de la angustia y una disminución en la satisfacción vital.
¿Cómo superar una ruptura amorosa?
Las rupturas amorosas son experiencias por las que seguramente pasamos o hemos pasado todas las personas. Se trata de experiencias que pueden provocar mucho malestar, al menos para alguna de las partes implicadas. ¿Cómo podemos superar dicho malestar?
Aunque es una pregunta compleja, ya que en gran medida depende de los recursos emocionales de cada persona, y de la historia de cada pareja, en el blog de hoy veremos algunas estrategias útiles para manejar y superar una ruptura amorosa.
¿Por qué son difíciles las rupturas amorosas?
Es normal que cuando llega el momento de cerrar algún ciclo, por ejemplo, cuando nos tenemos que despedir de alguien, nos lleguen muchas sensaciones poco agradables. Tristeza, angustia, miedo, ansiedad, enfado son algunas de las más comunes. Estas últimas se presentan sobre todo cuando el ciclo ha sido cerrado por parte de alguien más, es decir, cuando nos ha tocado aceptar una decisión que no del todo compartimos.
A pesar de que se trata de una experiencia bastante común, lo que es también común es no saber cómo afrontarla. Esto es normal, porque estamos normalmente acostumbrados a evitar las sensaciones negativas y las circunstancias que nos provocan malestar. Sin embargo, creer que podemos evitarlas por completo tiene como consecuencia que difícilmente aprendemos a tolerar dichas circunstancias y las emociones que las acompañan.
9 Claves para manejar y superar una ruptura amorosa
Afortunadamente hay varias cosas que podemos hacer, aun cuando el momento difícil ya está ocurriendo. Algunas de estas cosas pueden servir para unas personas, y no para otras. Es decir, no funcionan igual para todos; se trata de probarlas y encontrar comodidad de acuerdo con nuestros propios procesos.
1. Busca tu red de apoyo
Tanto en el caso de una ruptura amorosa como en cualquier proceso de duelo, es muy importante tener una red de apoyo, es decir, personas que acompañen y escuchen nuestros momentos difíciles y nos ayuden a compensar la sensación de pérdida o de soledad. Pueden ser familiares o amigos.
Pero evitemos hablar demasiado del tema, descargar las penas en un hombro amigo es casi una necesidad cuando uno se siente así. Está bien que lo hagamos dos o tres veces, pero no más. «Al verbalizarlo constantemente, la herida sigue abierta”
Los amigos creen que ayudan mucho con eso, y no es verdad. Lo que se recomienda es que se desvíe la conversación hacia otros temas, distraer al amigo o la amiga que está pasando por esa situación.
2. Realiza cambios significativos
También es común que cuando estamos en una relación de pareja acumulemos objetos, regalos, fotos, recuerdos, entre una serie de elementos materiales que simbolizan la relación y el vínculo afectivo. En tanto que se trata de objetos que significan cosas importantes para nosotros, se trata también de cosas que nos pueden alargar el proceso de negación y de enojo, y por lo mismo nos complican llegar al proceso de aceptación.
Es importante entonces tomar distancia con esos objetos. Esta distancia puede traducirse en deshacernos de ellas, pero también puede traducirse en cambiarlas de lugar o guardarlas por un tiempo. Hay que tomar en cuenta que deshacerse de ellas provocará sensaciones desagradables, por lo que puede ser mejor realizar esto poco a poco.
3. Crea nuevos hábitos
Relacionado con lo anterior, es común que al estar en una relación de pareja creemos nuevos pasatiempos, nuevos gustos e incluso nuevos intereses. Desprenderse de todo eso es difícil porque se trata de actividades que interiorizamos y que ponemos en práctica cotidianamente. El dejar esas actividades implica entonces realizar cambios fuertes, que no pueden ocurrir de un día para otro. Es importante no dejar de mantenernos activos y de buscar cosas nuevas que hacer, aún cuando el ciclo de pareja ya haya terminado.
4. Recuperar viejos pasatiempos
No necesariamente tenemos que crear hábitos nuevos. Funciona también el recuperar los hábitos que teníamos antes de estar en la relación de pareja. Si funciona o no depende en gran medida de cuánto tiempo ha durado la relación, y de qué tanto hemos cambiado en el transcurso de ésta.
5. Respeta las decisiones
Mientras estamos en el proceso de negación y en transición hacia la aceptación es común que intentemos hacer lo que sea necesario para “recuperar” la relación. Suele pasar esto especialmente si no hemos sido nosotros los que hemos tomado la decisión. Así pues, es frecuente que nos empeñemos en hacer por posible para que la otra persona “se enamore de nuevo”, o en otras palabras, caemos fácilmente en la lógica de “luchar por amor”.
Aunque el proceso de duele puede ser muy difícil de aceptar, es importante respetar los cierres y las decisiones que se han tomado.
6. Escribe cómo te sientes
Algo más específico que puede funcionar a algunas personas para cerrar su proceso es despedirse escribiendo un texto a quien han tenido que dejar. Dado que muchas veces es difícil decir lo que sentimos, pero no porque sea difícil dejamos de sentirlo, una medida posible para desprendernos es escribirlo. Esto puede ser en formato de una carta de despedida, que puede ser o no entregada a la otra persona, o puede ser simplemente un texto que nos permita expresar emociones que a veces no reconocemos si sólo las pensamos o si sólo intentamos hablarlas.
7. Toma tu tiempo
Es importante recordar que procesar una pérdida o fin de ciclo requiere un tiempo. Por la misma razón no es necesario presionarnos para superar estos cambios de un día para otro. Algunas personas pueden tomar un día y otras pueden tomar muchos más.
8. Llora, desahógate
Es lo primero que hay que hacer: llorar, soltar toda la pena y la rabia. Aunque la gente de nuestro entorno nos diga que lo olvidemos; todo lo contrario: lloro, porque me apetece llorar. Hay que autorizarse a estar mal y llorar», sentencia Esteban Cañamares, miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid. «Si cerramos el grifo de la pena lo único que vamos a conseguir es que en vez de durar equis dure tres equis. Llorando vamos a acortar el duelo».
Pero que no nos “atasquemos” en esa fase, es decir, que llorar no sea lo único que hagamos, pero sí que es necesario que nos descarguemos, que intentemos aliviar esa angustia momentánea de esa manera.
9. Descartemos iniciar una nueva relación enseguida
Suele suceder que quien ha tomado la decisión tiene mucha vida social, pero no siempre es aconsejable emparejarse pronto. «Si se implica enseguida en una relación sin haber pasado el duelo, lo más probable es que no tenga éxito. Hasta que no se ha pasado esa fase, indudablemente no va a estar en condiciones de poder dar cariño a otra persona y va a estar enganchado a situaciones anteriores», aseguran expertos en la materia.
Menos probable es que la persona abandonada tenga ganas de comprometerse a corto plazo. «Ni se le va a ocurrir. Su centro de atención sigue estando en el otro», asegura Bernal. Tras una separación, los hombres son más propensos a iniciar una relación de rebote, como asegura un estudio publicado en Social Sciences en 2013.
¿Qué hay de positivo en una ruptura?
De cualquier experiencia, por complicada que sea, siempre se aprende.
Saldremos fortalecid@s, si seguimos todo el proceso, sin saltarnos nada: preparados para que nuestro futuro dependa de nosotros y de nadie más. No viviremos del pasado, no nos quedaremos ‘enganchados’ a nuestra ex pareja.
Nos conoceremos más. Comprender el motivo de la separación nos aporta información sobre aspectos de nuestra personalidad que no conocemos y podremos trabajarlos.
Desarrollaremos más todo aquello que nos hace ser quienes somos. ¿Una de las razones del adiós ha sido algún hobby tuyo? Pues piensa qué te aporta y profundiza en ello, porque te está diciendo que necesitas para sentirte bien en la vida.
Todo se supera. Te has hecho con la situación y seguramente dudabas de poder hacerlo. Y puedes, ya lo has visto. Así que no lo olvides: todo se supera. Fortalece tu autoestima.