- por neuronea
- en Psicología
Ya hemos arrancado un año nuevo con muchos propósitos que cumplir, seguro que esta afirmación es cierta en la mayoría de las personas que nos están leyendo.
Como, por ejemplo: bajar de peso, dejar de fumar, ir al gimnasio, encontrar trabajo, leer más y ahorrar más dinero, estos propósitos son algunos de los más comunes.
El problema no es querer todas esas cosas buenas para ti, eso es algo muy positivo; el problema es que, para el mes de febrero, toda la motivación de enero se esfuma, renuncias y vuelves a tus viejos hábitos de toda la vida.
Este año vamos a intentar que esas promesas que hacemos siempre en estas fechas y que al final no conseguimos cumplir, se cumplan, vamos a intentar que sea diferente a otros años.
Datos sobre propósitos de año nuevo
Vamos a hablar de datos, para saber un poco más por qué no conseguimos llevar a cabo nuestros propósitos de año nuevo.
En el año de 1986 unos días antes de año nuevo, varios anuncios de televisión, invitaron al público en general, a confesar sus propósitos para el año 1987 vía telefónica. Un total de 231 personas accedieron a participar en esta investigación.
La mayoría de los propósitos de año nuevo tenían que ver con cambiar hábitos. Pero, también había otro tipo de propósitos que indirectamente tenían que ver con establecer nuevos hábitos. Los investigadores del estudio, contactaron a los participantes durante las semanas y meses siguientes, para comprobar si efectivamente habían cumplido con sus propósitos.
Los resultados son algo deprimentes:
- El 25% no logran sus propósitos ni siquiera durante la primera semana de enero
- El 77% renuncia después de la primera semana
- El 40% renuncia luego de 6 meses
- Solo el 8% cumple durante todo el año.
Además, tenemos que añadir que estos datos pueden estar sesgados, porque al darlos los propios participantes, puede ser que fuesen demasiado optimistas, y “maquillasen” un poco la realidad.
Propósitos de año nuevo más comunes
Primero tenemos que pensar en nuestros propósitos, pero si no sabéis cuáles son los vuestros para este año que hemos empezado, tenéis que pensarlo bien. Si ya los tenéis os daréis cuenta la mayoría se tratan de cambiar de hábitos o incorporar hábitos saludables.
Vamos a ver los 10 hábitos más comunes:
- Tener tiempo para hacer ejercicio.
- Dejar de fumar
- Aprender algo nuevo
- Perder peso y hacer dieta
- Comer de manera saludable.
- Salir de las deudas y ahorrar dinero
- Pasar más tiempo con la familia
- Viajar a nuevos lugares
- Sentir menos estrés, ansiedad, nerviosismo
- Beber menos
El propósito de hacer ejercicio es el mas común, pero desgraciadamente es el que menos éxito tiene.
Porque no cumplimos nuestros propósitos y que hacer para conseguirlos
Según un estudio científico, las personas renuncian a sus propósitos de año nuevo debido a la falta de autocontrol, el exceso de estrés y las emociones negativas.
Aunque estos motivos son razones suficientes para fracasar, desde mi punto de vista son las consecuencias y no las causas, es decir, lo que siento después de no cumplir estos propósitos, no el motivo de no cumplirlos.
Es decir, el verdadero motivo de porque la mayoría renuncia a sus propósitos de año nuevo, es más simple y conlleva justamente la aparición de altos niveles de estrés, de emociones negativas como remordimiento o culpa y a la falta de autocontrol.
Vamos a ver ahora los principales motivos, por los que no cumplimos nuestros propósitos.
- Nos marcamos propósitos muy elevados y no muy realistas.
Nuestra motivación al inicio del año es muy alta. Nos sentimos muy ilusionados por este nuevo comienzo y confiamos ciegamente en que todo será mejor después de los primeros días de enero.
Por eso, nos proponemos metas muy ambiciosas y aunque pensamos que podemos lograrlo, en realidad son metas extremadamente difíciles. Vamos a ver algunos ejemplos:
- Voy a hacer la dieta a raja tabla para perder 15 kg.
- Voy a ir al gimnasio todos los días.
- No como más dulces.
- Voy a ver a mis amigos todos los fines de semana.
Si nos marcamos metas demasiados alta, no seremos capaces de llegar y nos frustraremos; además, es muy difícil mantener metas tan ambiciosas durante todo el año. La motivación inicial disminuye conforme pasa el tiempo y tu fuerza de voluntad no es suficiente para continuar con este gran propósito.
Tu motivación es muy alta al inicio del año, pero conforme pasan los meses, esta motivación disminuye. En ese momento aparecen algunas excusas que tratan de explicar porque renuncias a tu propósito: falta de tiempo, estrés, falta de fuerza de voluntad, etc.
Cuando se acerca nuevamente la víspera de año nuevo, tu ilusión por cambiar y retomar el propósito olvidado aumenta y el ciclo se repite nuevamente.
Además, estas grandes metas tampoco toman en cuenta los posibles obstáculos, que pueden aparecer durante el año. Por ejemplo: ¿qué pasa si estoy demasiado cansado para ir al gimnasio? ¿Qué pasa si me regalan una caja de chocolates?
Todo lo anterior contribuye a continuar con este círculo vicioso de fracaso constante.
- Tenemos muchos propósitos a la vez.
Vivimos en una sociedad en la que más es mejor. Pero cuando se trata de metas, menos es la respuesta correcta.
Tener muchos propósitos que cumplir en tu día a día, te genera estrés innecesario, lo que contribuye a que fracases con todas las metas que te propusiste.
Un punto muy importante, es que los propósitos de año nuevo son en realidad hábitos. Para lograr construir un nuevo hábito en tu vida, es necesario tomar decisiones conscientes a lo largo del tiempo.
El problema es que la toma de decisiones agota tu energía mental, que en realidad se trata de tu fuerza de voluntad. Cuando tu energía mental está agotada, tu autocontrol o fuerza de voluntad también disminuye. Lo que ocasiona que tus decisiones sean incorrectas.
Por eso, mientras menos decisiones tengas que tomar, más acertadas serán.
- Nos falta construir una buena estructura.
Una meta sólo nos dice “qué hacer” pero no nos dice “cómo lograrlo “, no nos da el paso a paso para lograrlo en el plano diario, que es lo más importante.
Necesitamos tener una meta, pero, también construir un sistema que nos ayude a ser constantes para lograrla.
Sobre todo, cuando nuestros propósitos de año nuevo son hábitos que queremos incorporar.
Nos ocurre los primeros meses del año, al no ver los resultados “esperados”, renunciamos y sentimos una especie de fracaso (incluso si efectivamente hemos logrado un avance).
¿Qué debemos hacer para lograr nuestros propósitos?
- Empezar con un solo propósito
- Escribirlo en un papel, libreta, pizarra, lugar visible.
- Convierte tu propósito en una acción fácil de lograr y crea un plan.
- Convierte esa acción en algo más simple y fácil de lograr
- Pregúntate si podrías cumplirlo incluso en circunstancias complicadas, si es así empieza hoy mismo y se constante, si no, empieza desde el paso 1.
Esperamos poder ayudarte a cumplir todos los propósitos de año nuevo de una forma efectiva y sin tirar la toalla.