- por neuronea
- en Juegos de mesa
En Neuronea Senior seguimos a tope con los juegos de mesa como herramienta para estimular las funciones cognitivas en adultos mayores. El post de hoy trata acerca del juego de mesa ENSALADA DE PUNTOS, juego que utilizamos en uno de los talleres donde los participantes tenían una media de edad de 77 años.
Ensalada de puntos, es un juego de cartas cooperativo pensado para entre 2 y 6 jugadores y con una duración media de unos 15-30 minutos. La caja del juego contiene las instrucciones y 108 cartas reversibles que contienen:
- 6 variedades de verduras: cebolla, pimiento, lechuga, zanahoria, col y tomate.
- En el reverso están las condiciones de puntuación.
¿Cómo se juega a Ensalada de puntos?
Inicialmente, tras barajar las cartas y seleccionar las pertinentes en función del número de jugadores, se coloca en el centro de la mesa el mercado de verduras. Este mercado consta de tres mazos con las condiciones de puntuación visibles boca arriba y debajo de cada uno de estos mazos, se colocan dos cartas con las verduras visibles.
El objetivo es conseguir el máximo número de puntos, pero cuidado ya que no existe una única estrategia para conseguirlos. En cada turno tendrás que elegir una carta del mercado pudiendo:
- Coger una carta de los tres mazos de puntuación.
- Coger dos verduras cualesquiera. En este caso, las cartas se deben reponer a partir del mazo correspondiente.
Si se coge una carta de puntuación hay que prestar atención ya que las verduras no puntúan igual en todas ellas. Algunas de las modalidades son:
- Cada verdura tiene una puntuación (positiva o negativa)
- La combinación de varias verduras da una puntuación.
- En la misma carta, algunas verduras suman y otras restan.
- Tener más verduras de un tipo da una puntuación.
- Tener menos verduras de un tipo da una puntuación.
Cada jugador va formando su familia de verduras y cartas de puntuación para ir sumando el máximo de puntos posibles y convertirse en el ganador o ganadora de la partida creando la mejor ensalada. Pero, ¡ojo! no es oro todo lo que reluce y quizá tengas una carta de puntuación en la que una zanahoria te suma, pero en la siguiente que coges te resta. ¡Hay que prestar mucha atención e ir escogiendo la mejor estrategia!
La partida finaliza cuando se acaban todas las cartas del mercado. Es entonces cuando se lleva a cabo el recuento final teniendo en cuenta todas las verduras y todas las cartas de puntuación.
¿Qué nos ha parecido Ensalada de puntos como herramienta para la estimulación cognitiva?
Después del taller, queremos compartir algunas consideraciones y valoraciones sobre el juego:
- La primera idea con la que nos quedamos es que cuanta más gente juegue, más entretenido es ya que las estrategias van cambiando más rápido. La duración es estimada, en este caso jugaron 5 personas y la partida duró unos 45’.
- Aunque el juego está recomendado a partir de 8 años creemos que, como otros juegos anteriores, trabaja numerosas funciones cognitivas y que, además, no es un material infantilizador.
- Es necesario explicar antes de empezar todas las posibles cartas de puntuación que se pueden encontrar porque pueden confundirse. Aunque aparentemente es un juego fácil de comprender, algunos de los participantes entendieron el mecanismo de juego y estrategia durante el recuento final de puntos. Es cierto que únicamente pudimos jugar una partida por limitaciones temporales.
- Las cartas tienen un tamaño adecuado y permiten una buena lectura. En cuanto a las verduras, si alguien tiene cierto déficit visual o dificultad en discriminar colores, quizá pueda confundir el dibujo de la col con el de la cebolla. En cuanto a las cartas de puntuación, como ya hemos comentado, es recomendable explicar todas las posibilidades antes de empezar la partida.
- Además de la atención y las funciones ejecutivas (planificación y toma de decisiones), en este juego se estimula el cálculo. También se trabaja sobre la flexibilidad cognitiva y la tolerancia a la frustración, sobre todo cuando otro jugador se lleva las cartas que tú necesitabas.
Gracias por leernos y a ¡neuronear!