
- por neuronea
- en Juegos de mesa
En Neuronea Senior continuamos con los talleres de Estimulación Cognitiva para adultos mayores a través de juegos de mesa. En el post de hoy vamos a hablar de Piko Piko el gusanito. La media de edad de los participantes en esta ocasión fue de 78 años. Los más jóvenes tenían experiencia en juegos de mesa como el póker o el rummikub, los más mayores únicamente conocían juegos de mesa tradicionales.
Piko Piko: el gusanito, es un juego pensado para entre 2 y 7 jugadores y con una duración media de entre 20 minutos y media hora. El juego contiene:
- 16 fichas con valores numéricos del 21 al 36. Cada una contiene un número distinto de gusanos. Estas fichas son las “raciones de gusanos”.
- 8 dados con los números del 1 al 5 y un símbolo de gusano.
¿Cómo jugar a Piko Piko El Gusanito?
Se trata de un juego competitivo de dados cuyo objetivo final es conseguir el mayor número de gusanos. Inicialmente se colocan las 16 raciones de gusano bocarriba en orden ascendente, cada una contiene un número distinto de gusanos que oscila entre 1 y 4.

En cada una de las rondas, los jugadores deberán ir lanzando los ocho dados y elegir la mejor estrategia para conseguir el máximo número de gusanos.
Las raciones de gusano conseguidas se van apilando en una torre por orden de adquisición, y la última ración puede ser robada por el resto de participantes.
Existe una regla tras lanzar los dados: solo puedes quedarte con aquellos dados que tengan un valor numérico distinto a los que ya tengas y,en cada tirada, debes quedarte siempre con TODOS los dados que tengan el mismo valor.
Un elemento indispensable para conseguir una ración de gusanos es conseguir en una tirada al menos un gusano; cuyo valor es de 5 puntos. El otro aspecto clave es conseguir una puntuación suficiente para poder coger una ración de la parrilla central, entre 21 y 36.
Tú eliges tu estrategia: puedes lanzar todos los dados con el objetivo de conseguir la máxima puntuación, o bien puedes plantarte en cuanto puedas optar por una ración, siguiendo quizá una estrategia más conservadora.
Eso sí, no te olvides del gusano porque en caso de que no consigas como mínimo uno tras lanzar los dados o no consigas un valor numérico suficiente para coger ración de gusanos pueden pasar dos cosas:
- Pierdes la última ficha adquirida. Esta vuelve a la parrilla central y la ración de mayor valor se pone boca abajo.
- Si no tienes ninguna ficha, no consigues ración de gusanos en esa tirada.
¡Cuidado! Que en un momento determinado tengas más fichas que los demás no significa que seas el/la vencedor/a porque en este juego también se puede robar una ración a otro participante siempre y cuando tus tiradas alcancen un valor numérico que no se encuentre en la parrilla, pero si en la última posición de la torre de algún otro/a compañero/a. Sin embargo…¡ojo con la avaricia!

¿Qué nos ha parecido Piko Piko El gusanito como herramienta para la estimulación cognitiva?
Después del taller, queremos compartir algunas consideraciones y valoraciones sobre el juego:
- Aunque el juego está recomendado a partir de 8 años, no consideramos que el aspecto de las fichas y los dados sea infantil y creemos que el mecanismo de juego es adecuado para un perfil adulto. Es más, lo hemos probado en perfil adulto jóven (menor de 65 años) y se lo han pasado pipa.
- A pesar de que la duración estimada es de máximo 30 minutos, en función de las estrategias adoptadas por los participantes (básicamente si se dedican a hacerse la puñeta) este puede prolongarse.
- Las raciones de gusano tienen un buen tamaño y definición para poder ser vistas sin problema y manejarlas durante el juego.
- Los dados tienen una buena definición de las imágenes y su tamaño permite una buena manipulación. Sin embargo, en caso de que alguien tenga dificultades motrices a nivel manual, se puede utilizar un cubilete para lanzarlos.
- Además de la atención, en este juego se trabajan otras funciones cognitivas como la planificación y el cálculo mental.
- Los participantes entendieron el mecanismo de forma rápida. Inicialmente no se atrevían a aplicar estrategias de robo, pero enseguida que uno se soltó…hacerse la puñeta primaba. Se rieron un montón durante la partida y se lo pasaron en grande. Alguno de ellos afirmó que ese ratito “le estaba dando vida”.
Gracias por leernos y a ¡neuronear!